QUE PLANEE, QUE DEL CONTEXTO CAMBIO Y COMO ME IDENTIFICO CON EL CONTEXTO
En base a las observaciones realizadas he podido percatarme sobre algunos comportamientos de los niños, que basándome en la teoría, no son convenientes para su desarrollo social y personal.
Por ejemplo: los niños no suelen atender a las indicaciones dadas por la educadora al menos que ella les hable fuertemente o cumpla con alguna de las amenazas que les hayan hecho anteriormente, cabe mencionar que la atención que le prestan después de esto no llega a durar por mucho tiempo, en varias ocasiones los niños terminan haciendo conforme a su voluntad y deseos (jugando con alguno de sus compañeros, agarrando el material no prestado, comiendo parte de su desayuno)
Esto provoca a su vez un ambiente muy ruidoso, ante la falta de un orden, algo que llega a molestar o fastidiar a los niños que están trabajando o a aquellos que buscan atender a las indicaciones que se pretenden dar pero que tienen que estar esperando a que sus compañeros guarden silencio o se comporten de la manera necesaria para que la educadora pueda seguir dándolas a conocer
Además, llegan mostrar actitudes de falta de respeto hacia sus compañeros quitándoles su material o maltratando sus trabajos, lo que da paso a una alteración, reproches e inconformidad por parte de los niños afectados.
Es así como el ambiente de enseñanza-aprendizaje en varias ocasiones se ve “cortado” o no se llega a desarrollar en su plenitud, puesto que no todos los niños llegan a realizar el trabajo, no se llegan a atender muchas dudas individuales al estar tratando de controlar casi siempre a los mismos niños, además de que el trabajo de muchos se ve interrumpido por el mal comportamiento de otros.
Por otra parte puede mencionarse que un aspecto muy influyente sobre estos comportamientos son el tipo de educación y atención que reciben en casa, las expectativas que los padres y demás familiares cercanos tienen sobre ellos, las creencias sobre las formas de crianza que creen son más adecuadas y las ideas ante las capacidades sus pequeños.
Con respecto a lo anterior se ha observado que los padres de los niños mas “desobedientes” son muy permisivos: toleran sus malos comportamientos, no les preocupa su desobediencia ante las indicaciones que les dan, esperan a que sus hijos deseen atenderlos, otros son sobre-protectores, muchos los consienten demasiado haciéndose responsables de aquello que él niño puede realizar por sí solo, ante las quejas de los malos comportamientos de sus niños los defienden quejándose sobre lo que a ellos no les parece con respecto a otros pequeños. Existe también la falta de atención por parte de algunos padres lo que bien podría ser causa de algunas conductas incorrectas por parte de algunos niños al querer llamar a atención, también llegan a ser propiciados por la falta del establecimiento de límites y normas.
Como base a esta información es como planee llevar a cabo una serie de actividades que me permitieran desarrollar en los niños actitudes de respeto a las normas, a las indicaciones y a las personas, a través de la reflexión, dentro de estas a su vez se pondrían en juego nuevos conocimientos considerando sus saberes previos y zona de desarrollo próximo.
En el primer día puse en práctica la realización de actividades lúdicas donde en un primer momento se dejarían claras las reglas del juego, así mismo se presento a los niños una forma de trabajo para los dos días, donde aquellos niños que lograran atender a las nuevas reglas establecidas dentro del aula obtendrían un reconocimiento y premio. Esta última propuesta mencionada creó un cambio inmediato en algunos niños, a otros les costó un poco mas adaptase aunque al final lograban participar de una manera más afectica y pertinente.
Sabemos que es necesario que los pequeños pongan en práctica los nuevos conocimientos dentro y fuera de la escuela, para que haya un aprendizaje permanente, es decir, significativo. Este aspecto no se logro poner en juego durante mi intervención ante la falta de comunicación con los padres de familia, provocando que para el segundo día me fuera un poco más difícil seguir trabajando con los niños en cuanto a los buenos comportamientos y actitudes, ya que se trataba casi de volver a empezar puesto que en casa (uno de los medios más influyentes sobre las expectativas, aprendizajes y personalidad de los menores) no se practicaron durante el resto del día.
Cabe mencionar que aun reconociendo la importancia de establecer una comunicación con los padres respecto al trabajo que llevaría a cabo con sus hijos, no lo di a conocer por miedo a las respuestas de molestia o hasta agresión que podría recibir de su parte, siendo que con la educadora titular nunca han recibido algún tipo de comentario o queja con respecto a la falta de respeto de sus hijos, además de las malas interpretaciones que se dieron en las jornadas anteriores, con respecto al trabajo que como practicantes realizamos y que muchas fueron apoyadas y propiciadas por algunas maestras titulares.
Así es como puedo concluir que el mayor cambio provocado con mis intervenciones fue dentro del contexto educativo; los niños mantenían un comportamiento diferente durante el trabajo que realizaba con ellos, la educadora al final tuvo una mejor actitud ante mi presencia, apoyándome durante el desarrollo de las actividades (por ejemplo, exhortando a los niños a respetar las reglas).
ELABORADO POR: AZAREL ANDREA OROPEZA MENDOZA 3° I
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